Cuando ya estamos cerca del fin de semana, yo todavía estoy de resaca de este pasado puente, he de decir que un año más el Purple Weekend cumplió las expectativas de mi asistencia, que no es, ni más ni menos que pasarlo bien en uno de los más especiales festivales de nuestro país, por la música, los amigos, el ambiente y, como no, esa estética sesentera que encontramos por doquier. Mejorado el sonido del Hispánico respecto a otros años, muchos fueron los grupos que merecieron la pena, los Carrots, maravillosos, fantásticos los Fuzztones, grato descubrimiento el de Mark & The Spies, The Outsiders no defraudaron a los fans (¿eh, eva?) y los Lori Meyers, aunque pudieron hacer algún que otro guiño a la temática del purple, creo que supieron estar a la altura del festival. De otros conciertos no puedo hablar, o no estuve o estuve cuidando de las amistades y los reencuentros. Bueno, sí, ¡¡¡¡Joe Bataan!!! se me olvidaba, ¡qué ganas de verlo y qué chasco! un hombre que hacía boogaloo y latin soul ahora hace... ¡¡¡salsa!!! y allí lo demostró, con calidad eso sí, aunque totalmente fuera de contexto. Alguien debería explicar a los artistas a donde van a tocar para evitar situaciones, cuanto menos, surrealistas. Eso sí, las risas que pasamos merecieron la pena. Y los allnighters.... a pesar de las críticas a algún que otro dj (esta parte también se la dejo para eva, que es la que sabe) y la desgraciada separación de pistas entre "blanco" y "negro" hay que decir que son míticos. Y mi afonía, también.
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