Después de una infernal mudanza (lo de infernal creo que sobra, ¿cuál no lo es?), y cuando parece que todo vuelve a la normalidad, retomo el blog con nuevas cuestiones que espero que, como mínimo, no os disgusten. Pues bien, comienzo con una inquietud que hasta ayer mismo merodeaba por mi cabeza y que la BBC se ha encargado de apaciguar: el Festival de Eurovisión. Sí, habéis leído bien, no me he dado un golpe en la cabeza, hablo de ese festival lleno de "frikis". Creo que nunca, en la historia del festival, se había levantado tanta expectación entre el círculo de música en el que más o menos se mueve ¡ponte los cascos! Y ... ¿por qué? pues todo ello debido al rumor que en enero saltó a las páginas de los periódicos de medio mundo:
Morrisey,
Moz para los amigos, podía llegar a representar al Reino Unido en el festival. La BBC insistía en que estaba en negociaciones con el líder de
The Smiths mientras que éste no salía a desmentirlo. Estar en el candelero nunca le ha molestado demasiado y no parecía ser una idea tan descabellada dada su conocida aficción a este festival y sabiendo que su idolatrada
Sandie Shaw ya había participado en él en 1967.
Pues nada, que no, que finalmente
Moz no va, la BBC ya ha sacado la lista de los finalistas y la huella de
Morrisey no aparece por ningún lado. Al menos tanta incertidumbre le ha servido al evento para que se hable más allá de su ámbito, que a fin de cuentas, menos musical, es de cualquier cosa, sobre todo político.
Aquí tenemos a Morrisey en el que fue primer single de su último álbum. Un vídeo que bien podía haber sido su actuación en Eurovisión.
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