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sábado, 26 de mayo de 2007
Ben Weisman, la importancia de un letrista
A veces encumbramos demasiado al que se sube encima del escenario o se pone detrás de un micro, olvidándonos que, en la mayor parte de las ocasiones, sin un buen letrista detrás nada de lo que hay sobre las tablas sería posible.
No sé hasta que punto en el caso de Elvis Presley esto sería así, sin duda su voz, su físico y ese movimiento de caderas, entre otras cosas, hicieron mucho en su carrera, pero ¿sólo con esto hubiera bastado? No lo ccreo. Su letrista, Ben Weisman, acaba de morir a los 85 años. Nada menos que 60 canciones, muchas convertidas en grandes éxitos, escribió Weisman para Elvis. Otra parte del mito Presley se ha acabado, aunque para algunos siga vivo.
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2 comentarios:
Siempre me ha hecho gracia esa gente que denigra a personajes como Elvis o Sinatra porque "no escriben su propia música" ¿Y qué más dará, imbécil?
Si la mayoría de los que andan cantándonos sus temas por ahí fuesen la mitad de geniales que estos dos, el mundo sería un sitio mucho mejor.
Antes, las discográficas cuidaban el aspecto artesanal de hacer música. Algo así como en el cine de los grandes estudios. Tenías un compositor, un letrista, un arreglista y un productor, y todos ellos le daban al artista eso tan genial llamado canción. Luego, le tocaba a él transformarlo en algo mágico, que se transmitiese en toda su intensidad y emoción al público. Para comprender este aspecto tan singular de la importancia que una vez tuvo la música para las compañías y los estudios no hay más que observar fotos de cualquier grabación de los Beatles o los Stones y observar como los técnicos iban en ¡bata blanca! como si fuesen científicos, y en cierto modo concebían su trabajo como tal. Esa gente si sabía valorar la música, no necesitaba soltar chorradas referentes a la "inspiración", el uso de drogas para componer o similar...
¡Elvis vive!
Creo que a todos y cada uno de los que forman parte de una canción hay que darle su justo mérito y su parte de culpa del éxito o el fracaso de la misma. Lo que está claro es que un vocalista necesita una buena letra y una buena letra necesita de un buen vocalista. No creo que Weisman hubiera sacado ni un cuarto de partido de las canciones que compuso para Elvis. Además, tengo la teoría de que los letristas suelen ser vocalistas frustrados, bien porque les apabulle el éxito, bien porque sean tímidos o bien porque no tengan calidad vocal. Pasa lo mismo con los periodistas musicales con la diferencia de que ellos no forman parte esencial de una canción pero sí pueden destrozar a un artista. Paradojas de la vida :P
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